ORIGEN DE LA PALABRA BAR

 

El origen de los primeros bares de la historia es bastante remoto, tendríamos que remontarnos a la antigua Grecia, en la época de Pompeya hasta la Edad Media, periodo en el que se desarrollaron los establecimientos donde se vendían bebidas a los que llamaron “Tabernas”, que eran pequeñas tiendas en las que se podían consumir vinos y bebidas. Desde Grecia, las tabernas se expanden hasta Roma, y de ahí al resto de los países europeos.

En las thermopolias se vendían bebidas calientes en invierno y frías en verano, vinos y comida rápida para consumir tanto in situ como para llevar. Fueron el antecedente remoto de los establecimientos de productos

Las cauponae (o «caupona», en español), en cambio, tenían un lugar colectivo para pernoctar (antecedente de los «Inn» británicos), y eran una especie de establecimientos de comida y bebidas al paso que tenían a pie de calle mostradores que hacían las veces de barras, y se conocen como «tabernas romanas». Este tipo de establecimiento estaba dirigido especialmente a la alimentación de comerciantes y artesanos.


El origen de los bares, como hoy los conocemos, se pierde en el tiempo. No hay una sola voz al respecto, y no es claro quién abrió el primer establecimiento de esta clase. Hoy los historiadores y sociólogos lo categorizan bajo el sofisticado nombre de «espacio de sociabilidad informal» y su historia suele dividirse en occidente en una época antigua y otra moderna, concretamente en España, se contempla la profesión de tabernero desde el siglo XVIII. Alrededor de 1680, en París, surgieron las primeras “Cantinas”, que eran casas expendedoras de bebidas alcohólicas y que permitían vender vino para consumirlo allí mismo.

En la Edad Media es donde se agruparían los hombres de una misma procedencia geográfica o un mismo oficio para pasar sus ratos libres difundiendo sus vivencias y forjando sus mentalidades.

Sin embargo, el tabernero tenía la responsabilidad de seleccionar a los clientes. El acceso a la taberna estaría vedado a moriscos, esclavos (que borrachos se gastaban en el juego el dinero de sus amos) y vecinos de la localidad que estuviesen casados, ya que habituaban a gastarse el dinero

Con el fin de asegurar el orden público, las disposiciones municipales se orientarían a la prohibición de bailes, todo tipo de juegos de mesa y apuestas, además de la presencia de camas en el interior de las tabernas.


Algunos dicen que el uso de la palabra bar se origina en las antiguas posadas, donde se separaba la zona donde se vendían las bebidas alcohólicas del resto del local mediante una barrera. 

Otra versión relata que en las caravanas del oeste americano las carretas que llevaba licor se separaban del resto al momento de acampar por la noche mediante barriles entre los cuales colocaba una barra de madera que, al mismo tiempo, se usaba de apoyo para las bebidas que se servían al calor de la fogata.

Ciertas leyendas cuentan, que el hecho de poner una barra alta de madera se debía a que el barman necesitaba un lugar para refugiarse en aquellos tiempos tumultuosos en los que de repente se iniciaban los tiroteos o las peleas, incluso les servía para distanciar a los clientes de las botellas y de la caja registradora.

La palabra «bar» proviene del inglés bar que significa «barra» que a su vez deriva de «barriere» que significa «barra» o «barrera» y ésta del latín vulgar «barra». Su uso se popularizó en Norteamérica, con la llegada de los primeros colonos, aunque su primera fuente escrita se dice que es de 1591 en la obra renacentista «A Notable Discovery of Coosnage» del dramaturgo inglés Robert Greene.